El chef Daniel Ovadia fue quien se encargó de maridar el vino con distintos y muy sabrosos canapés, los que presentó acompañados de pequeños convertibles rojos de juguete. Y para hacer el evento aun más temático, estacionado frente al restaurante tuvimos nada más y nada menos que un verdadero convertible rojo: un impecable Ford Mustang 1965.
